29 de marzo de 2024

Canarias X el mundo primer medio en acceder a la casa de Otazzo tras su asesinato en 2020 y ofrece un programa especial desde el interior

Momento de la apertura de las puertas de la casa de Otazzo en Cagua (Venezuela)

Canarias X el mundo se convierte en el primer y único medio de comunicación hasta el momento al que la familia Otazzo ha autorizado a entrar en la casa del genial artista canario conocido como el ‘Dalí de América’ | El próximo sábado 4 de marzo se emitirá en Canarias Radio el programa especial grabado, íntegramente, desde el interior de la casa venezolana donde desarrolló toda su obra artística y fue asesinado en julio de 2020

 

 

Momento de la grabación del programa especial delante de una de las esculturas de Otazzo en su jardín

Nacido en La Orotava en 1929, Antonio Otazzo emigró a Venezuela y comenzó una vida como músico y más tarde como trabajador en una empresa de aire refrigerado. Allí se casó y formó familia.  Un viaje a México, ya en torno a los 40 años de edad,  cambió totalmente su vida y, tras convivir con indígenas de aquel país durante dos años,  descubrió su pasión por la pintura y la escultura. En total vivió  seis décadas en Venezuela y dejó  tras de si una poderosa obra, que se exhibe desde 2016 en La Orotava, tras la donación que el propio pintor y escultor realizó al municipio ante el riesgo de perderlas en Venezuela. Amigos y familiares crearon una asociación cultural para contribuir al rescate de la herencia del artista  dado que corría peligro por la difícil situación política y social que atravesaba Venezuela en el 2016.

Más de 400 cuadros, 30 esculturas y 500 laminas, al margen de su biblioteca personal, regresaron a las islas con el objetivo de ponerlas a salvo ante la inseguridad que terminaría con su propia vida pocos años después, en julio de 2020,  cuando acogió en su casa a dos personas que terminaron por provocarle la muerte por asfixia. En ese momento Otazzo ya superaba los 90 años de edad.

Desde aquella fatídica fecha, y aún con el proceso judicial a los presuntos autores de su muerte pendiente, la hija de uno de los artistas canarios más reconocidos de la emigración a América, Carmen Otazzo,  abre por primera vez las puertas de su casa a un medio de comunicación. La casa de Otazzo es mucho más que la casa donde vivió 60 años. Allí creo la práctica totalidad de las obras que han sido expuestas en México, Suiza, España o Perú. En aquella casa vivió los procesos creativos que algunos tildaron de «cercanos a la locura». Allí pintó paredes y techos abovedados con murales que convierten a la casa en un museo. Allí aún siguen los muebles tal cual quedaron el día de su asesinato, su escritorio, su cama o su taller al fondo del patio de la casa.  En el interior quedan algunas obras, pocas, y varias esculturas en el jardín.

Interior de la casa con murales pintados en techos y paredes

Una obra que en su conjunto es muy cercana al surrelismo. Tal es así que los críticos de su obra lo denominaron el ‘Dalí de América’.  En Autorretrato de Otazzo, el canario plasmó cómo se veía a sí mismo, original y no estrafalario, perseguido por Picasso en sus sueños. El malagueño, confesó Otazzo, le insistía para que no abandonara su constante revolución y sus códigos siempre rebeldes.

Entrega de una réplica del ‘Bolívar pensante’ de Otazzo a José Déniz, director de Canarias por el mundo

Un programa especial grabado íntegramente recorriendo las dependencias de la casa nos mostrará a familiares, vecinos y amigos de Otazzo. Reflexionan sobre el futuro de la casa, la posibilidad de que sea un punto de referencia de la comunidad canaria y el legado del artista en Venezuela o las anécdotas de su vida.

Canarias por el mundo ya emitió una entrevista especial con un nieto de Otazzo en el momento de su trágico final. La familia ha querido expresar a este medio su agradecimiento por el interés siempre mostrado hacia la figura del artista y, además de abrirnos las puertas de la casa, han hecho entrega al director de Canarias por el mundo de una réplica de un ‘Bolívar pensante’ pintado por Otazzo con trazos de su propia sangre.